Compañeros:
Algo importante, grave, potente y también esclarecedor aconteció durante nuestro XXVII Congreso.
El torneo partidario no trató ninguno de los temas de su agenda original para lo cual había sido expresamente convocado en cambio se incorporó la prolongación/defenestración de la dirección como tema único y excluyente. La conducción Martner-Barrios se encontraba a un mes y medio de tener que cesar estatutariamente en su mandato lo cual hace en extremo sugerente el afán por hacerles cesar en sus cargos de inmediato.
Durante tres días no se discutió seriamente tema político ni programático alguno. Tan es así que se ha debido llamar con carácter de urgencia a una Conferencia de Programa. Ergo, el Congreso convocado no se realizó, se desarrolló otro evento. De tal manera que todo lo discutido y acordado por los congresos comunales quedó para una mejor oportunidad.
No podemos decir que el XXVII Congreso transitó por los caminos de la normalidad. Poco de lo acontecido calza en la normativa estatutaria y mucho menos en la práctica institucional partidaria fatigosamente lograda en los últimos 15 años. No se podían efectuar elecciones sin modificaciones estatutarias y se realizaron de todas maneras y a medias pues muchas instancias pasaron directamente a considerarse reelectas, de igual manera no se respetó la regla que impide mas de dos períodos en un mismo cargo. El estatuto partidario dejó de hecho de regir.
Lo ocurrido ha traído consigo fuertes conmociones cuando no quebrantamientos en las corrientes de opinión partidarias. Hay comportamientos y actitudes difíciles de explicar.
Por ello, lo ocurrido debe ser analizado con la mayor detención. No se trató sólo de la confrontación de fuerzas internas propia de un gobierno ad-portas o de la competencia de liderazgos entendidos en su mera dimensión subjetiva, hay un mar de fondo más complejo. Un análisis reducido al marco de los intereses particulares sin considerar los intereses generales que los primeros conciente o inconcientemente representan, será incapaz de dar cuenta del hecho político en sus variadas y ricas expresiones.
LA REFUNDACION DEL 90
Desde el año 1990 el partido tiene un severo problema de identidad. El Partido Socialista que cayó derrotado el 11 de septiembre de 1973 tenía una estructura y un propósito claramente determinado: desplegar una ofensiva revolucionaria para construir el socialismo. Era un partido que en estricto rigor histórico político se venia construyendo desde la reunificación del 54. Esa estructura y ese propósito fueron dislocados durante los 17 largos años de la dictadura por una multiplicidad de causas, la represión entre ellas.
Una dictadura tan prolongada y cruel sometió a los socialistas, a la cárcel, el destierro, el desempleo y la tortura, eso; a los que pudimos sobrevivir. La dimensión subjetiva de la política no debe desprenderse nunca del curso general de los acontecimientos.
El partido refundado el 90 surge con su mochila llena de dificultades, viene de una serie de divisiones que por años han generado un mar de desconfianzas y sectarismos, se inserta dentro de la más timorata transición latinoamericana y recibe el impacto de la caída del campo socialista encabezado por la Unión Soviètica.
El partido del 73 tenía como base social un fuerte componente de jóvenes obreros que se proponían la transformación social como “tarea de esta generación”. Era un partido pertrechado de optimismo histórico.
El partido del 90 básicamente busca salir como sea del infierno pinochetista y recibe en su seno una serie de nuevos militantes que vienen de experiencias fracasadas en sus organizaciones de origen quienes no buscan radicalizar sus prácticas políticas sino más bien lo contrario.
El partido del 70 se erige a partir del triunfo del 4 de Septiembre de 1970.
Nosotros surgimos del plebiscito del 89 que si bien sacó a Pinochet de La Moneda no lo desalojó del poder. La militancia del 70 estaba rebosante de optimismo, nuestra generación estaba repleta de cicatrices. La primera se endilgaba al gran escenario del drama histórico: revolución o contra revolución. Nosotros entramos desordenadamente a un periodo de fatiga histórica, a la posmodernidad tercermundista si se quiere hablar con más rigor.
Quienes reunificaron el partido en aquellos años (Arrate/Almeyda) llevaron a acabo una labor que debe ser valorada en su enorme dimensión. Hicieron mucho con las pocas circunstancias favorables con que contaban.
El partido del 90 no tiene programa propio. Su orientaciones son las de la Concertación y así, inicialmente por necesidad histórica y obligación política se entra a administrar el modelo neoliberal. Surge allí la gran contradicción vital que nos desgarra hasta hoy, como ser de izquierda y simultáneamente administrar un modelo político y económico neoliberal.
Pero de a poco nos fuimos domesticando. Poco a poco la necesidad se transformó en virtud. La hegemonía cultural del sistema de dominación capitalista se fue extendiendo por toda la sociedad. Fue un error entrar al gobierno concertacionista?. Creo que no, sin nosotros las cosas serían aún peores para los trabajadores y la gente sencilla de nuestro país.
Hemos vivido durante 15 años en esta contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos.
La oligarquía empresarial nos dio rápidamente por domesticados. Así cuando en un momento Jorge Arrate siendo Ministro del Trabajo señala que los empresarios se mostraban insaciables toda la prensa del sistema, que es casi toda, toco a rebato las campanas del escándalo. Cada día nos fuimos mostrando más dóciles, por eso es que cuando asume Gonzalo Martner y a los pocos días apoya el Paro nacional de la CUT, el presidente de La Sofofa le llama telefónicamente para que este apoyo cesara. El patrón llama al administrador para que ponga orden. Pero no hay administrador, hay un presidente del partido de Allende que no acepta presiones patronales, se comenta que el señor Claro quedó sorprendido. Algunos de nosotros nos sorprendimos de su sorpresa.
Pinochet no está en una cárcel madrileña por circunstancias que son conocidas.
Pero, no debemos sobredimensionar la subjetividad, estas son etapas de los procesos de transición, Alfonsìn promovía, al por mayor, torturadores al generalato y al almirantazgo argentino, Carlos Menem los indultó. Pero llegó mister K, Chile tendrá su señor(a) K. Es el orden natural de las cosas el desenvolvimiento objetivo de las leyes de la historia.
Ese temor a un futuro(a) señor K está en la oligarquía chilena, por ello se llega a desconfiar incluso de quienes nada dicen. Por eso se montan operaciones políticas contra quienes nada dicen. El sistema de dominación neoliberal que viene concentrando el poder económico requiere concentrar de tal manera el poder político que ya el silencio resulta sospechoso. La política no es sino la expresión concentrada de la economía.
El control de la oligarquía económica chilena sobre el conjunto de los sectores políticos ya casi no guarda disimulo. Así los candidatos de la Concertación y los de la derecha concurren a rendir una suerte de examen ante el Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE). Un par de preguntas: esa es nuestra representación social como Concertación, para ello luchamos contra la dictadura?.
TRES IDENTIDADES Y TRES PARTIDOS
Tres identidades ideológicas coexisten en el partido. Una histórica de raigambre marxista, una socialdemócrata (que siempre existió como minoría en el partido) y una liberal de reciente aparición.
Si leemos nuestros documentos estos reflejan básicamente las dos primeras corrientes. El liberalismo casi no tiene huellas en este ámbito. Sin embargo, si vamos a la práctica política el neoliberalismo es quien ha venido campeando sin contrapesos, hasta que Martner rompe el embrujo.
Esta realidad contradictoria del socialismo genera tres partido según ha conceptualizado tan acertadamente Alfonso Guerra, un partido-estado que se conforma con los altos funcionarios gubernamentales y parlamentarios, un partido social con los dirigentes de organizaciones sociales y de masas y un partido territorial que languidece en las comunas, las mas de las veces sin siquiera un lugar para reunirse.
Tres partidos y dos realidades. El partido-estado se inserta y opera de un modo absolutamente distinto que los otros dos partidos en su práctica social y política concreta. Este partido-estado es el que ha acogido con mayor receptividad el pensamiento neoliberal (Von Hayek, Friedman, Popper, Lipovetzky) y en el que se refleja mas intensamente el crecimiento global de la economía. No sòlo en la economía se produce el repliegue ideològico, hace algún tiempo se publico un texto vinculado a las ciencias sociales en que se cubría de loas a Popper como un gran metodòlogo ¡Popper que niega la causalidad científica¡, así estamos. Esto salía de la pluma envejecida de un parlamentario socialista.
A partir del 90 el PS que manda (el PS-estado), se fue deslizando desde una práctica política impuesta por los hechos a una realidad querida. De la resignación al entusiasmo.
Desde el PS importantes dirigentes han promovido y ejecutado privatizaciones de empresas del estado y la instalación de una mentalidad neoliberal en la gestión pública. Desde el PS social se ha hecho la resistencia. El conflicto de Correos de Chile es emblemático en este tema. Durante la visita del criminal internacional George Bush había socialistas recibiendo lacrimógenas en el parque Bustamante y también había socialistas en Palacio. La administración Bush es la màs reaccionaria y peligrosa para humanidad en su conjunto, con ellos se firma un Tratado de Libre Comercio y a ellos se les rinde honores que me hacen buscar en el diccionario la palabra cipayo.
Socialistas de la promoción 90 llevan adelantes estas políticas.
En la cuestión de la flexibilización laboral hay socialistas encabezando ambos aspectos de la contradicción. Lo mismo en Derechos Humanos.
Qué hacer con esta contradicción vital, enorme que nos desgarra y que nos destruirà si no sabemos resolverla?.
En las últimas elecciones se perdieron 90 mil votos, fuimos los que menos perdimos en la Concertación, pero lo concreto es que hay 90 mil chilenos que dejaron de confiar en nosotros. La alianza Juntos Podemos consiguió dos cosas, unificar sus fuerzas y aumentar sus votos. La derecha por su parte se derrumbó. Afortunadamente tenemos enfrente la derecha mas reaccionaria, torpe y brutal del continente. Menos mal.
Hay que leer las señales de los tiempos. El Presidente Chavez obtuvo el 60 % de los votos en su referéndum revocatorio, viene gobierno de izquierda en Uruguay, Kichner no cede ante el neoliberalismo, gobierno de izquierda en Brasil, Cuba resiste a pie firme.
LA DIRECCION MARTNER BARRIOS
Llegó la dirección Martner Barrios y algo nuevo pasó.
En los primeros días solidaridad con el Paro nacional de La CUT, con los familiares de detenidos desaparecidos. Arrecia la campaña de prensa, articulistas lanzan dardos coordinadamente, quienes habían patrocinado a Martner y Barrios los encuentran ahora inexpertos, incoherentes etc…
Para ser rigurosos debemos decir que lo de Martner-Barrios es sorprendente pero no un rayo en un día claro. En los últimos tiempos de la dirección Escalona-Pereira el partido había venido acentuando su compromiso practico con las organizaciones sociales y de masas especialmente sindicales, lo que de alguna manera rompía la incondicionalidad que se sostenía como discurso oficial.
Martner- Barrios perciben la antinomia; la izquierda administrando el modelo.
Pero su forma de resolverla es creyendo que esta contradicción entre nuestra representación social y nuestra practica política concreta se puede administrar.Se podría navegar en dos aguas. Se sostiene la teoría de los roles. El gobierno tiene el suyo y los partidos otros, más restringidos que son articulados por el primero. Pero esto que primia face funciona bien en la teoría no resiste la dura realidad, los gobiernos no flotan en el aire, representan intereses.
Con todo, Martner hace cosas notables. El subsecretario del trabajo Yerko Ljubetic va a la Comisión Política del partido a promover la flexibilización laboral y el entonces Presidente le dice con seca claridad que el PS no esta disponible para aquello.
Cuántos millones de dólares dejan de ganar las insaciables grandes empresas cuando no les dejamos explotar mas a los trabajadores. Es mucho dinero. A cuántos millones de chilenos humildes les mantuvimos en sus mesas algo mas de pan, algo mas de te, de eso se trata compañeros. Cuántos niños toman aún algo de leche porque a sus padres aún no les aplican la flexibilización?. Desafiamos fuerzas poderosas.
Martner en su calidad de Presidente del PS promovió el Royalty minero dándole tal impulso que lo transformó en tema nacional. Sabemos cuan poderosos intereses se estaban tocando. Producto de la lucha que esta política desata abandona el partido Enrique Correa, poderosos amigos salen públicamente en su defensa. La nacionalización del cobre de 1971 fuè el acto más patriótico desde nuestra luchas de independencia. Por ello, los norteamericanos intervinieron contra el gobierno del Presidente Allende.
Durante este tiempo se defendió a Cuba de las agresiones norteamericanas en las NU. Pero al final gana la a la sazón Canciller y se vota contra Cuba, se impuso la línea de la ODCA que es la de los norteamericanos.
Como fuera el partido recobraba fuerza y protagonismo. Durante este tiempo el partido toco intereses poderosos de la oligarquía empresarial.
Hay ciertas deficiencias como las que emanan de la confección de la plantilla municipal. No se consigue un consenso político al respecto, vaya en consideración de la dirección igualmente, el hecho de que hay cierto espíritu de época que hace a muchos compañeros sentirse llamados a asumir responsabilidades estatales en circunstancias que no siempre están preparados para ello y cuando esto no acontece, se desatan sus iras. Algo de razón tienen los posmodernos: vivimos la era del pos-deber y del aquí y ahora.
La actual mesa del partido deberá también pagar tributo a esta auto consideración sobre estimulada de muchos compañeros del partido, que se condice con una sociedad donde el carrerismo y el individualismo están desatados.
Pero lo más determinante es la percepción Martner-Barrios de que se podía sobrevivir al medio de la contradicción doctrina socialista/ administración del neoliberalismo. Esto tenia necesariamente que fracasar. La regla de oro de Saint-Just, “los que hacen revoluciones a medias cavan su propia tumba”, la política real no flota en el aire representa intereses.
Se hicieron cosas a medias, claro, esto de administrar la contradicción. Nos íbamos a querellar por las torturas de La Esmeralda, y todo queda en nada.
Muchas cosas se hicieron a medias, en otras tantas se hicieron concesiones pero no me cabe la menor duda que la gestión Martner- Barrios es lejos la que mas cerca estuvo de los trabajadores y la gente sencilla de nuestro país. Esto es lo que hace desatar la embestida contra la dirección y no otra cosa.
La dirección Martner-Barrios es èticamente impecable pero políticamente derrotada. Hay que aprender, estudiar, analizar.
Los hombres son productos de su tiempo. Quizás las direcciones anteriores sobre todo las primeras vivieron tiempos en que la desilusión en torno a la política de nuestros gobiernos no alcanzaba a tener significación.
Martner-Barrios entendieron bien lo que estaba a aconteciendo en nuestra realidad social y política.
No son realidades coyunturales, la cesantía se estaciona en torno al 10% con características de paro estructural, 843 mil chilenos viven con menos de un dólar diario de acuerdo a la tan atemperada encuesta Casen, el Banco del Estado le presta 200 millones de dólares al grupo Luksic para aumentar la concentración financiera, a las Pymes se les trata de peor manera que un banco comercial, se le regalan hace dos meses vìa subsidio 1.300 mil dólares a LAN Chile de Sebastián Piñera y otra cifra similar a Ripley. A don Hernàn Briones presidente de la Fundación Pinochet se le prestan millones de dólares.
Los puentes no se caen solos. Las empresas sanitarias nos someten a una virtual exacción mes a mes, precios escandalosos y servicios deplorables, las sanitarias fueron privatizadas por don Eduardo Frei Ruiz Tagle aún teniendo en contra la voluntad explicita de todos los partidos de la concertación. El olor a estiércol apenas se soporta en las comunas de la zona poniente de Santiago.
La política internacional de nuestro gobierno término justificando el golpe empresarial en Venezuela, sumándose a la agresión norteamericana a Cuba en NU.
Esta política nos aisló de América Latina y permitió que un país pequeño y sin fundamento jurídico ni histórico alguno agrupara fuerzas disímiles para someternos a una inédita presión diplomática por derechos territoriales inexistentes.
Se dice que si Newton hubiera conocido Chile no habría formulado la ley de gravedad, aquì la gente se cae para arriba, a mayor el estropicio màs alto el nuevo cargo. Un puente se cae sólo, se le niega la indemnización justa las víctimas y el ministro de Obras Públicas es promovido a la máxima responsabilidad en el banco del estado. Por allì otro coge embajada.
EL CONGRESO
Martner es una bachelista convencido. Bajo su conducción el partido dio muestras múltiples y contundentes de su voluntad por apoyar nuestra candidata presidencial. Ninguno de sus mensajes a la ciudadanía pudo ser entendido como que daba lo mismo votar por ella que por otra candidata.
El Congreso no se citó para elegir nueva dirección. La embestida es vehemente. No puede tratarse entonces de esquilmar el mes y medio que le queda como dirección.
Martner comete un error estratégico al creer que cuando se desafía el establishment este quedara tranquilo, como no leyó lo que le pasó a Adolfo Zaldivar?. Un par de juicios obvios en defensa de la clase media y le cayó encima el sistema en su conjunto. El discurso del senador , guardando las distancias del tiempo, es el discurso histórico del falangismo que le transformó en la principal fuerza política de Chile y que le hizo muy bien al país, de allí salió la Reforma Agraria y la Promoción Popular.
Pero el modelo económico es políticamente excluyente. Sus injusticias son tan grandes que no se puede permitir el lujo de tener discrepancias. Es el totalitarismo ideológico neoliberal tan mesiánico como el estalinismo en sus tiempos.
Como se pudo pensar que algo tan significativo como esto pudiera resolverse negociando entre lotes. No digo buenos y malos, digo políticas diferentes, digo de la mano de Hegel que la historia tiene efectos no queridos, las astucias de la razòn. Hay un juego de naipes, nadie sabe para quien trabaja. Lo que no obsta a que existan quienes si saben para quien trabajan.
Martner comete dos errores tácticos, su propuesta de ampliación del mandato era necesariamente incomoda a la cultura socialista. De igual manera la formulación de una eventual prorroga creaba una cabeza de playa para la ofensiva en pos de la defenestración.
Una embestida poderosa, que no se circunscribiría a la legalidad partidaria no podía enfrentarse con simples negociaciones intra-lote, era necesario separar los campos, aunar las fuerzas propias, y enfrentarse con claridad de propósitos a lo que vena. Había que aclarar y afinar el discurso, levantar la bandera al tope; todos contra el neoliberalismo.
Había que prepararse para una confrontación política, en los marcos de la legalidad partidaria, claro está, pero que todo indicaba que distaría mucho de ser una amable disputa teórica. El sistema se muestra cada vez menos tolerante a disidencias dentro de de su administración política.
Esta es mi apreciación de los hechos. En este análisis se funda mi negativa a integrar el Comité Central del partido en esa suerte de elecciòn/cooptaciòn/cuoteo que se desato de madrugada en la reunión que llamamos XXVII Congreso.
Roberto Avila
Algo importante, grave, potente y también esclarecedor aconteció durante nuestro XXVII Congreso.
El torneo partidario no trató ninguno de los temas de su agenda original para lo cual había sido expresamente convocado en cambio se incorporó la prolongación/defenestración de la dirección como tema único y excluyente. La conducción Martner-Barrios se encontraba a un mes y medio de tener que cesar estatutariamente en su mandato lo cual hace en extremo sugerente el afán por hacerles cesar en sus cargos de inmediato.
Durante tres días no se discutió seriamente tema político ni programático alguno. Tan es así que se ha debido llamar con carácter de urgencia a una Conferencia de Programa. Ergo, el Congreso convocado no se realizó, se desarrolló otro evento. De tal manera que todo lo discutido y acordado por los congresos comunales quedó para una mejor oportunidad.
No podemos decir que el XXVII Congreso transitó por los caminos de la normalidad. Poco de lo acontecido calza en la normativa estatutaria y mucho menos en la práctica institucional partidaria fatigosamente lograda en los últimos 15 años. No se podían efectuar elecciones sin modificaciones estatutarias y se realizaron de todas maneras y a medias pues muchas instancias pasaron directamente a considerarse reelectas, de igual manera no se respetó la regla que impide mas de dos períodos en un mismo cargo. El estatuto partidario dejó de hecho de regir.
Lo ocurrido ha traído consigo fuertes conmociones cuando no quebrantamientos en las corrientes de opinión partidarias. Hay comportamientos y actitudes difíciles de explicar.
Por ello, lo ocurrido debe ser analizado con la mayor detención. No se trató sólo de la confrontación de fuerzas internas propia de un gobierno ad-portas o de la competencia de liderazgos entendidos en su mera dimensión subjetiva, hay un mar de fondo más complejo. Un análisis reducido al marco de los intereses particulares sin considerar los intereses generales que los primeros conciente o inconcientemente representan, será incapaz de dar cuenta del hecho político en sus variadas y ricas expresiones.
LA REFUNDACION DEL 90
Desde el año 1990 el partido tiene un severo problema de identidad. El Partido Socialista que cayó derrotado el 11 de septiembre de 1973 tenía una estructura y un propósito claramente determinado: desplegar una ofensiva revolucionaria para construir el socialismo. Era un partido que en estricto rigor histórico político se venia construyendo desde la reunificación del 54. Esa estructura y ese propósito fueron dislocados durante los 17 largos años de la dictadura por una multiplicidad de causas, la represión entre ellas.
Una dictadura tan prolongada y cruel sometió a los socialistas, a la cárcel, el destierro, el desempleo y la tortura, eso; a los que pudimos sobrevivir. La dimensión subjetiva de la política no debe desprenderse nunca del curso general de los acontecimientos.
El partido refundado el 90 surge con su mochila llena de dificultades, viene de una serie de divisiones que por años han generado un mar de desconfianzas y sectarismos, se inserta dentro de la más timorata transición latinoamericana y recibe el impacto de la caída del campo socialista encabezado por la Unión Soviètica.
El partido del 73 tenía como base social un fuerte componente de jóvenes obreros que se proponían la transformación social como “tarea de esta generación”. Era un partido pertrechado de optimismo histórico.
El partido del 90 básicamente busca salir como sea del infierno pinochetista y recibe en su seno una serie de nuevos militantes que vienen de experiencias fracasadas en sus organizaciones de origen quienes no buscan radicalizar sus prácticas políticas sino más bien lo contrario.
El partido del 70 se erige a partir del triunfo del 4 de Septiembre de 1970.
Nosotros surgimos del plebiscito del 89 que si bien sacó a Pinochet de La Moneda no lo desalojó del poder. La militancia del 70 estaba rebosante de optimismo, nuestra generación estaba repleta de cicatrices. La primera se endilgaba al gran escenario del drama histórico: revolución o contra revolución. Nosotros entramos desordenadamente a un periodo de fatiga histórica, a la posmodernidad tercermundista si se quiere hablar con más rigor.
Quienes reunificaron el partido en aquellos años (Arrate/Almeyda) llevaron a acabo una labor que debe ser valorada en su enorme dimensión. Hicieron mucho con las pocas circunstancias favorables con que contaban.
El partido del 90 no tiene programa propio. Su orientaciones son las de la Concertación y así, inicialmente por necesidad histórica y obligación política se entra a administrar el modelo neoliberal. Surge allí la gran contradicción vital que nos desgarra hasta hoy, como ser de izquierda y simultáneamente administrar un modelo político y económico neoliberal.
Pero de a poco nos fuimos domesticando. Poco a poco la necesidad se transformó en virtud. La hegemonía cultural del sistema de dominación capitalista se fue extendiendo por toda la sociedad. Fue un error entrar al gobierno concertacionista?. Creo que no, sin nosotros las cosas serían aún peores para los trabajadores y la gente sencilla de nuestro país.
Hemos vivido durante 15 años en esta contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos.
La oligarquía empresarial nos dio rápidamente por domesticados. Así cuando en un momento Jorge Arrate siendo Ministro del Trabajo señala que los empresarios se mostraban insaciables toda la prensa del sistema, que es casi toda, toco a rebato las campanas del escándalo. Cada día nos fuimos mostrando más dóciles, por eso es que cuando asume Gonzalo Martner y a los pocos días apoya el Paro nacional de la CUT, el presidente de La Sofofa le llama telefónicamente para que este apoyo cesara. El patrón llama al administrador para que ponga orden. Pero no hay administrador, hay un presidente del partido de Allende que no acepta presiones patronales, se comenta que el señor Claro quedó sorprendido. Algunos de nosotros nos sorprendimos de su sorpresa.
Pinochet no está en una cárcel madrileña por circunstancias que son conocidas.
Pero, no debemos sobredimensionar la subjetividad, estas son etapas de los procesos de transición, Alfonsìn promovía, al por mayor, torturadores al generalato y al almirantazgo argentino, Carlos Menem los indultó. Pero llegó mister K, Chile tendrá su señor(a) K. Es el orden natural de las cosas el desenvolvimiento objetivo de las leyes de la historia.
Ese temor a un futuro(a) señor K está en la oligarquía chilena, por ello se llega a desconfiar incluso de quienes nada dicen. Por eso se montan operaciones políticas contra quienes nada dicen. El sistema de dominación neoliberal que viene concentrando el poder económico requiere concentrar de tal manera el poder político que ya el silencio resulta sospechoso. La política no es sino la expresión concentrada de la economía.
El control de la oligarquía económica chilena sobre el conjunto de los sectores políticos ya casi no guarda disimulo. Así los candidatos de la Concertación y los de la derecha concurren a rendir una suerte de examen ante el Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE). Un par de preguntas: esa es nuestra representación social como Concertación, para ello luchamos contra la dictadura?.
TRES IDENTIDADES Y TRES PARTIDOS
Tres identidades ideológicas coexisten en el partido. Una histórica de raigambre marxista, una socialdemócrata (que siempre existió como minoría en el partido) y una liberal de reciente aparición.
Si leemos nuestros documentos estos reflejan básicamente las dos primeras corrientes. El liberalismo casi no tiene huellas en este ámbito. Sin embargo, si vamos a la práctica política el neoliberalismo es quien ha venido campeando sin contrapesos, hasta que Martner rompe el embrujo.
Esta realidad contradictoria del socialismo genera tres partido según ha conceptualizado tan acertadamente Alfonso Guerra, un partido-estado que se conforma con los altos funcionarios gubernamentales y parlamentarios, un partido social con los dirigentes de organizaciones sociales y de masas y un partido territorial que languidece en las comunas, las mas de las veces sin siquiera un lugar para reunirse.
Tres partidos y dos realidades. El partido-estado se inserta y opera de un modo absolutamente distinto que los otros dos partidos en su práctica social y política concreta. Este partido-estado es el que ha acogido con mayor receptividad el pensamiento neoliberal (Von Hayek, Friedman, Popper, Lipovetzky) y en el que se refleja mas intensamente el crecimiento global de la economía. No sòlo en la economía se produce el repliegue ideològico, hace algún tiempo se publico un texto vinculado a las ciencias sociales en que se cubría de loas a Popper como un gran metodòlogo ¡Popper que niega la causalidad científica¡, así estamos. Esto salía de la pluma envejecida de un parlamentario socialista.
A partir del 90 el PS que manda (el PS-estado), se fue deslizando desde una práctica política impuesta por los hechos a una realidad querida. De la resignación al entusiasmo.
Desde el PS importantes dirigentes han promovido y ejecutado privatizaciones de empresas del estado y la instalación de una mentalidad neoliberal en la gestión pública. Desde el PS social se ha hecho la resistencia. El conflicto de Correos de Chile es emblemático en este tema. Durante la visita del criminal internacional George Bush había socialistas recibiendo lacrimógenas en el parque Bustamante y también había socialistas en Palacio. La administración Bush es la màs reaccionaria y peligrosa para humanidad en su conjunto, con ellos se firma un Tratado de Libre Comercio y a ellos se les rinde honores que me hacen buscar en el diccionario la palabra cipayo.
Socialistas de la promoción 90 llevan adelantes estas políticas.
En la cuestión de la flexibilización laboral hay socialistas encabezando ambos aspectos de la contradicción. Lo mismo en Derechos Humanos.
Qué hacer con esta contradicción vital, enorme que nos desgarra y que nos destruirà si no sabemos resolverla?.
En las últimas elecciones se perdieron 90 mil votos, fuimos los que menos perdimos en la Concertación, pero lo concreto es que hay 90 mil chilenos que dejaron de confiar en nosotros. La alianza Juntos Podemos consiguió dos cosas, unificar sus fuerzas y aumentar sus votos. La derecha por su parte se derrumbó. Afortunadamente tenemos enfrente la derecha mas reaccionaria, torpe y brutal del continente. Menos mal.
Hay que leer las señales de los tiempos. El Presidente Chavez obtuvo el 60 % de los votos en su referéndum revocatorio, viene gobierno de izquierda en Uruguay, Kichner no cede ante el neoliberalismo, gobierno de izquierda en Brasil, Cuba resiste a pie firme.
LA DIRECCION MARTNER BARRIOS
Llegó la dirección Martner Barrios y algo nuevo pasó.
En los primeros días solidaridad con el Paro nacional de La CUT, con los familiares de detenidos desaparecidos. Arrecia la campaña de prensa, articulistas lanzan dardos coordinadamente, quienes habían patrocinado a Martner y Barrios los encuentran ahora inexpertos, incoherentes etc…
Para ser rigurosos debemos decir que lo de Martner-Barrios es sorprendente pero no un rayo en un día claro. En los últimos tiempos de la dirección Escalona-Pereira el partido había venido acentuando su compromiso practico con las organizaciones sociales y de masas especialmente sindicales, lo que de alguna manera rompía la incondicionalidad que se sostenía como discurso oficial.
Martner- Barrios perciben la antinomia; la izquierda administrando el modelo.
Pero su forma de resolverla es creyendo que esta contradicción entre nuestra representación social y nuestra practica política concreta se puede administrar.Se podría navegar en dos aguas. Se sostiene la teoría de los roles. El gobierno tiene el suyo y los partidos otros, más restringidos que son articulados por el primero. Pero esto que primia face funciona bien en la teoría no resiste la dura realidad, los gobiernos no flotan en el aire, representan intereses.
Con todo, Martner hace cosas notables. El subsecretario del trabajo Yerko Ljubetic va a la Comisión Política del partido a promover la flexibilización laboral y el entonces Presidente le dice con seca claridad que el PS no esta disponible para aquello.
Cuántos millones de dólares dejan de ganar las insaciables grandes empresas cuando no les dejamos explotar mas a los trabajadores. Es mucho dinero. A cuántos millones de chilenos humildes les mantuvimos en sus mesas algo mas de pan, algo mas de te, de eso se trata compañeros. Cuántos niños toman aún algo de leche porque a sus padres aún no les aplican la flexibilización?. Desafiamos fuerzas poderosas.
Martner en su calidad de Presidente del PS promovió el Royalty minero dándole tal impulso que lo transformó en tema nacional. Sabemos cuan poderosos intereses se estaban tocando. Producto de la lucha que esta política desata abandona el partido Enrique Correa, poderosos amigos salen públicamente en su defensa. La nacionalización del cobre de 1971 fuè el acto más patriótico desde nuestra luchas de independencia. Por ello, los norteamericanos intervinieron contra el gobierno del Presidente Allende.
Durante este tiempo se defendió a Cuba de las agresiones norteamericanas en las NU. Pero al final gana la a la sazón Canciller y se vota contra Cuba, se impuso la línea de la ODCA que es la de los norteamericanos.
Como fuera el partido recobraba fuerza y protagonismo. Durante este tiempo el partido toco intereses poderosos de la oligarquía empresarial.
Hay ciertas deficiencias como las que emanan de la confección de la plantilla municipal. No se consigue un consenso político al respecto, vaya en consideración de la dirección igualmente, el hecho de que hay cierto espíritu de época que hace a muchos compañeros sentirse llamados a asumir responsabilidades estatales en circunstancias que no siempre están preparados para ello y cuando esto no acontece, se desatan sus iras. Algo de razón tienen los posmodernos: vivimos la era del pos-deber y del aquí y ahora.
La actual mesa del partido deberá también pagar tributo a esta auto consideración sobre estimulada de muchos compañeros del partido, que se condice con una sociedad donde el carrerismo y el individualismo están desatados.
Pero lo más determinante es la percepción Martner-Barrios de que se podía sobrevivir al medio de la contradicción doctrina socialista/ administración del neoliberalismo. Esto tenia necesariamente que fracasar. La regla de oro de Saint-Just, “los que hacen revoluciones a medias cavan su propia tumba”, la política real no flota en el aire representa intereses.
Se hicieron cosas a medias, claro, esto de administrar la contradicción. Nos íbamos a querellar por las torturas de La Esmeralda, y todo queda en nada.
Muchas cosas se hicieron a medias, en otras tantas se hicieron concesiones pero no me cabe la menor duda que la gestión Martner- Barrios es lejos la que mas cerca estuvo de los trabajadores y la gente sencilla de nuestro país. Esto es lo que hace desatar la embestida contra la dirección y no otra cosa.
La dirección Martner-Barrios es èticamente impecable pero políticamente derrotada. Hay que aprender, estudiar, analizar.
Los hombres son productos de su tiempo. Quizás las direcciones anteriores sobre todo las primeras vivieron tiempos en que la desilusión en torno a la política de nuestros gobiernos no alcanzaba a tener significación.
Martner-Barrios entendieron bien lo que estaba a aconteciendo en nuestra realidad social y política.
No son realidades coyunturales, la cesantía se estaciona en torno al 10% con características de paro estructural, 843 mil chilenos viven con menos de un dólar diario de acuerdo a la tan atemperada encuesta Casen, el Banco del Estado le presta 200 millones de dólares al grupo Luksic para aumentar la concentración financiera, a las Pymes se les trata de peor manera que un banco comercial, se le regalan hace dos meses vìa subsidio 1.300 mil dólares a LAN Chile de Sebastián Piñera y otra cifra similar a Ripley. A don Hernàn Briones presidente de la Fundación Pinochet se le prestan millones de dólares.
Los puentes no se caen solos. Las empresas sanitarias nos someten a una virtual exacción mes a mes, precios escandalosos y servicios deplorables, las sanitarias fueron privatizadas por don Eduardo Frei Ruiz Tagle aún teniendo en contra la voluntad explicita de todos los partidos de la concertación. El olor a estiércol apenas se soporta en las comunas de la zona poniente de Santiago.
La política internacional de nuestro gobierno término justificando el golpe empresarial en Venezuela, sumándose a la agresión norteamericana a Cuba en NU.
Esta política nos aisló de América Latina y permitió que un país pequeño y sin fundamento jurídico ni histórico alguno agrupara fuerzas disímiles para someternos a una inédita presión diplomática por derechos territoriales inexistentes.
Se dice que si Newton hubiera conocido Chile no habría formulado la ley de gravedad, aquì la gente se cae para arriba, a mayor el estropicio màs alto el nuevo cargo. Un puente se cae sólo, se le niega la indemnización justa las víctimas y el ministro de Obras Públicas es promovido a la máxima responsabilidad en el banco del estado. Por allì otro coge embajada.
EL CONGRESO
Martner es una bachelista convencido. Bajo su conducción el partido dio muestras múltiples y contundentes de su voluntad por apoyar nuestra candidata presidencial. Ninguno de sus mensajes a la ciudadanía pudo ser entendido como que daba lo mismo votar por ella que por otra candidata.
El Congreso no se citó para elegir nueva dirección. La embestida es vehemente. No puede tratarse entonces de esquilmar el mes y medio que le queda como dirección.
Martner comete un error estratégico al creer que cuando se desafía el establishment este quedara tranquilo, como no leyó lo que le pasó a Adolfo Zaldivar?. Un par de juicios obvios en defensa de la clase media y le cayó encima el sistema en su conjunto. El discurso del senador , guardando las distancias del tiempo, es el discurso histórico del falangismo que le transformó en la principal fuerza política de Chile y que le hizo muy bien al país, de allí salió la Reforma Agraria y la Promoción Popular.
Pero el modelo económico es políticamente excluyente. Sus injusticias son tan grandes que no se puede permitir el lujo de tener discrepancias. Es el totalitarismo ideológico neoliberal tan mesiánico como el estalinismo en sus tiempos.
Como se pudo pensar que algo tan significativo como esto pudiera resolverse negociando entre lotes. No digo buenos y malos, digo políticas diferentes, digo de la mano de Hegel que la historia tiene efectos no queridos, las astucias de la razòn. Hay un juego de naipes, nadie sabe para quien trabaja. Lo que no obsta a que existan quienes si saben para quien trabajan.
Martner comete dos errores tácticos, su propuesta de ampliación del mandato era necesariamente incomoda a la cultura socialista. De igual manera la formulación de una eventual prorroga creaba una cabeza de playa para la ofensiva en pos de la defenestración.
Una embestida poderosa, que no se circunscribiría a la legalidad partidaria no podía enfrentarse con simples negociaciones intra-lote, era necesario separar los campos, aunar las fuerzas propias, y enfrentarse con claridad de propósitos a lo que vena. Había que aclarar y afinar el discurso, levantar la bandera al tope; todos contra el neoliberalismo.
Había que prepararse para una confrontación política, en los marcos de la legalidad partidaria, claro está, pero que todo indicaba que distaría mucho de ser una amable disputa teórica. El sistema se muestra cada vez menos tolerante a disidencias dentro de de su administración política.
Esta es mi apreciación de los hechos. En este análisis se funda mi negativa a integrar el Comité Central del partido en esa suerte de elecciòn/cooptaciòn/cuoteo que se desato de madrugada en la reunión que llamamos XXVII Congreso.
Roberto Avila
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