El mandatario ecuatoriano destacó que "al inicio del siglo XXI podemos observar la derrota política, económica y social de todo ese recetario que nos dejó el llamado Consenso de Washington".
El presidente ecuatoriano Rafeal Correa sostuvo que la corriente socialista que sopla en América Latina está dotada de un ''profundo humanismo y sentido de la ética'' en beneficio de los pueblos
Durante su último día de visita a Santiago de Chile, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió el socialismo del siglo XXI como motor de la integración en Latinoamérica, región donde ha florecido esta nueva corriente, basada en la solidaridad y la cooperación.
El jefe de Estado ecuatoriano fue investido este martes como doctor "honoris causa" por la Universidad de Chile, donde impartió una clase magistral y agradeció el apoyo del Gobierno de Michelle Bachelet en el reciente conflicto con Colombia, por la incursión ilegal de ese país en suelo ecuatoriano.
Correa destacó que pese a las tensiones en América Latina, "también están pasando cosas buenas en la región (...) al inicio del siglo XXI podemos observar la derrota política, económica y social de todo ese recetario que nos dejó el llamado Consenso de Washington", dijo, en alusión a las políticas neoliberales pensadas en los años 90 en Estados Unidos para los países latinoamericanos.
El mandatario destacó que los "nuevos vientos" que soplan en América Latina traen consigo un "profundo humanismo y sentido de la ética" y basado en "un individuo social y solidario que se realice en la vida compartida con los demás", lo que contrasta con el neoliberalismo político, económico y social, el cual "tiene en el egoísmo su máxima virtud".
Los gobiernos latinoamericanos progresistas "ponemos énfasis en la justicia social y también de género, ética y regional que es mucho más urgente en países como Chile y Ecuador, entre los más desiguales en cuanto a distribución del ingreso", dijo Correa.
"Practicamos un nacionalismo sano"
"El socialismo del siglo XXI en esta región tiene fuertes características de búsqueda de la integración. Practicamos un sano nacionalismo y, como ustedes habrán notado la semana anterior, somos feroces defensores de nuestra soberanía", dijo el presidente ecuatoriano.
En su discurso en la casa de estudio chilena, el mandatario ecuatoriano, en compañía de la presidenta Bechelet, sostuvo que su nacionalismo "no contradice ese espíritu integrador latinoamericano sino que lo fortalece, pero respetando los espacios y los derechos de cada país".
"Rechazamos el materialismo dialéctico y sus corolarios de violencia y lucha de clases (...) también rechazamos la estatización de los medios de producción, porque creemos en la democratización de ellos, hay sectores estratégicos y de recursos no renovables que tienen que estar en manos del Estado", aseveró Correa.
Durante su estadía de dos días en Chile, el presidente Rafael Correa se entrevistó con dirigentes de varios partidos políticos, así como con empresarios y autoridades judiciales y parlamentarias. Asimismo, firmó con su homóloga chilena un Acuerdo de Asociación Estratégica.
El presidente ecuatoriano Rafeal Correa sostuvo que la corriente socialista que sopla en América Latina está dotada de un ''profundo humanismo y sentido de la ética'' en beneficio de los pueblos
Durante su último día de visita a Santiago de Chile, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió el socialismo del siglo XXI como motor de la integración en Latinoamérica, región donde ha florecido esta nueva corriente, basada en la solidaridad y la cooperación.
El jefe de Estado ecuatoriano fue investido este martes como doctor "honoris causa" por la Universidad de Chile, donde impartió una clase magistral y agradeció el apoyo del Gobierno de Michelle Bachelet en el reciente conflicto con Colombia, por la incursión ilegal de ese país en suelo ecuatoriano.
Correa destacó que pese a las tensiones en América Latina, "también están pasando cosas buenas en la región (...) al inicio del siglo XXI podemos observar la derrota política, económica y social de todo ese recetario que nos dejó el llamado Consenso de Washington", dijo, en alusión a las políticas neoliberales pensadas en los años 90 en Estados Unidos para los países latinoamericanos.
El mandatario destacó que los "nuevos vientos" que soplan en América Latina traen consigo un "profundo humanismo y sentido de la ética" y basado en "un individuo social y solidario que se realice en la vida compartida con los demás", lo que contrasta con el neoliberalismo político, económico y social, el cual "tiene en el egoísmo su máxima virtud".
Los gobiernos latinoamericanos progresistas "ponemos énfasis en la justicia social y también de género, ética y regional que es mucho más urgente en países como Chile y Ecuador, entre los más desiguales en cuanto a distribución del ingreso", dijo Correa.
"Practicamos un nacionalismo sano"
"El socialismo del siglo XXI en esta región tiene fuertes características de búsqueda de la integración. Practicamos un sano nacionalismo y, como ustedes habrán notado la semana anterior, somos feroces defensores de nuestra soberanía", dijo el presidente ecuatoriano.
En su discurso en la casa de estudio chilena, el mandatario ecuatoriano, en compañía de la presidenta Bechelet, sostuvo que su nacionalismo "no contradice ese espíritu integrador latinoamericano sino que lo fortalece, pero respetando los espacios y los derechos de cada país".
"Rechazamos el materialismo dialéctico y sus corolarios de violencia y lucha de clases (...) también rechazamos la estatización de los medios de producción, porque creemos en la democratización de ellos, hay sectores estratégicos y de recursos no renovables que tienen que estar en manos del Estado", aseveró Correa.
Durante su estadía de dos días en Chile, el presidente Rafael Correa se entrevistó con dirigentes de varios partidos políticos, así como con empresarios y autoridades judiciales y parlamentarias. Asimismo, firmó con su homóloga chilena un Acuerdo de Asociación Estratégica.
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